Construir el equipo adecuado requiere tiempo, esfuerzo y comprensión de los estilos de comunicación y comportamiento. Aunque el proceso puede ser difícil, usar las herramientas correctas facilita evitar conflictos, lo que conduce a un equipo sólido y a una organización más fuerte.
Aquí hay algunas maneras de usar DISC para la resolución de conflictos en la formación de equipos:
Apoya cada tipo de comportamiento
El primer paso para construir un equipo fuerte es entender a las personas que lo conforman. Cada miembro tiene algo único que aportar; asegúrate de valorar y comprender todas las contribuciones por igual para evitar conflictos derivados de desequilibrios.
Tener un equipo con estilos de comportamiento similares puede parecer una ventaja al inicio, pero en la práctica resulta retador. Si todos son comunicadores Reservados, podrían tener dificultades para generar energía y mantener el flujo de la conversación. Si la mayoría son comunicadores Directos, probablemente haya muchos desacuerdos sobre el rumbo a tomar y quién debe liderar.
Incluso si tu equipo se lleva bien porque son similares, como los comunicadores Extrovertidos, podrían distraerse disfrutando de la compañía mutua en lugar de avanzar en el trabajo, lo que puede generar conflictos cuando los proyectos se retrasan.
DISC ayuda a identificar los estilos de comportamiento en tu equipo y a enfocarte en áreas de mejora. ¡No todos tienen que encajar en la misma caja, y eso es algo positivo!
La diversidad cognitiva —que se refiere a las diferencias en la forma en que las personas abordan los problemas— es un fuerte indicador de un equipo saludable. Forbes compartió que los equipos formados con diversidad cognitiva toman mejores decisiones empresariales hasta en un 87% de los casos, y esas decisiones generan resultados 60% mejores al ejecutarse.
Proporciona un lenguaje compartido
Enfocarse en el comportamiento y la comunicación durante la resolución de conflictos fortalece a los equipos. En lugar de etiquetar a alguien como “difícil” o “demasiado emocional”, los miembros pueden usar DISC para entender las causas subyacentes del comportamiento. Esto fomenta apoyo proactivo y seguridad psicológica.
Así, el “¡No sé por qué te obsesionas con los detalles, necesitamos terminar el proyecto!” se transforma en:
“Sé que eres un comunicador Preciso y quieres seguir el proceso correcto. Yo tengo una puntuación baja en Estabilidad, por eso siento urgencia y quiero avanzar sin enfocarme tanto en los detalles. Creo que eso nos está estresando a ambos.”
Aunque cada estilo y enfoque varíe según las personas, ganar un lenguaje común abre nuevas oportunidades de claridad en la formación de equipos. Cambia la perspectiva: en lugar de tú contra mí, se convierte en nosotros contra el problema.
Enseña los detonantes del estrés
El estrés es inevitable en el trabajo, pero puede aprovecharse para ser productivo con el enfoque adecuado. Cuando entiendes los estilos de comportamiento de tu equipo, puedes estructurar soluciones para los desacuerdos tomando en cuenta sus preferencias. En vez de adivinar cómo navegar los choques de personalidad, aplica estrategias efectivas y convierte el conflicto en una herramienta útil.
Por ejemplo, un comunicador Estable podría no reaccionar bien si lo presionan a resolver un conflicto en el momento. Necesita tiempo y espacio para procesar y reflexionar. Al comprender y respetar esa necesidad, evitas detonar una respuesta de estrés y aumentas la probabilidad de lograr un mejor resultado.
Esta claridad permite al equipo ajustarse y comprenderse antes de que la situación escale. También fomenta la agilidad comunicativa: aprender a flexibilizar su estilo para encontrarse con los demás donde están. Estas adaptaciones a corto plazo son posibles si el equipo entiende por qué y cómo está adaptando su estilo; con práctica, prosperará.
Aprecia a cada miembro del equipo
Las diferencias deben celebrarse dentro del equipo, y DISC puede ayudarte a lograrlo. Al valorar lo que cada persona aporta, puedes transformar esas diferencias en fortalezas en lugar de divisiones.
El equipo en su conjunto se beneficia, sobre todo cuando se celebran los logros de manera colectiva. Cuando los empleados se sienten valorados y comprendidos en el proceso de formación de equipos, tienen más probabilidades de comprometerse, contribuir y prosperar en sus roles.
Un estudio de Gallup encontró que el reconocimiento efectivo no tiene que ser complejo, siempre que sea auténtico y personalizado. La clave está en saber qué hace que la retroalimentación sea significativa y memorable para cada empleado. Al entender el comportamiento, puedes adaptar tu retroalimentación a cada persona, aumentando su confianza en sí misma y en el equipo.
👉 Al apoyar cada tipo de comportamiento, proporcionar un lenguaje compartido, enseñar los detonantes del estrés y valorar las contribuciones individuales, las organizaciones pueden transformar los desacuerdos en oportunidades para fortalecer la formación de equipos.
Jaime Faulkner
Jaime cree que la autenticidad y la narración son las claves para un marketing exitoso. Como graduada de la Escuela de Comunicación Humana Hugh Downs, le encanta encontrar y conectar narrativas. Cuando no está trabajando, está psicoanalizando a los concursantes de The Bachelor, pintando, escuchando podcasts o jugando a juegos de rol de mesa.