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¿Se siente la gente cómoda haciendo preguntas o expresando su opinión en su organización? ¿Cómo son los debates? ¿Existe la posibilidad de cometer errores sin que ello tenga consecuencias costosas?

Si no está seguro de las respuestas a estas preguntas, es que no tiene lo que su lugar de trabajo necesita desesperadamente: seguridad psicológica.

¿Qué es la seguridad psicológica en el trabajo?

En esencia, la seguridad psicológica es un entorno en el que las personas se sienten seguras para fracasar, no tener todas las respuestas y expresar sus sugerencias o críticas sin temor a ser menospreciadas, castigadas o avergonzadas. Se trata de saber que tu opinión importa, incluso cuando tu perspectiva difiere.

En un espacio psicológicamente seguro, los empleados están dispuestos a asumir riesgos, compartir nuevas ideas, desafiar el status quo y participar en debates saludables y diálogos honestos. Las investigaciones demuestran constantemente su importancia para el rendimiento del equipo, la creatividad y el compromiso de los empleados.

La necesidad de seguridad psicológica es especialmente urgente hoy en día. Una encuesta de BCG sobre inclusión y diversidad en el liderazgo reveló que una fuerte seguridad psicológica ayuda a reducir la salida de empleados del 12 % al 3 % en un año.

Esa misma encuesta mostró que cuando los líderes crean una fuerte seguridad psicológica, aumenta la confianza de los empleados, les hace sentir más respetados y valorados, y mejora la felicidad y la productividad en el lugar de trabajo.

Cuando no hay seguridad psicológica, los empleados tienden a permanecer callados, evitar los conflictos y reprimirse, no solo en lo que respecta a los comentarios y las ideas innovadoras, sino también a la información crítica que podría fortalecer la colaboración interfuncional y el rendimiento del equipo.

Usando la inteligencia emocional para crear seguridad psicológica

Los líderes con un alto coeficiente emocional (EQ) desempeñan un papel fundamental en la creación de un espacio psicológicamente seguro. Conscientes de sus propias emociones y las de los demás, los líderes con un alto EQ:

• Fomentan una confianza y una relación más profundas al mostrarse más vulnerables y auténticos.
•   Perciben cuándo las personas que les rodean están estresadas, ansiosas o desanimadas.
•   Regulan sus propias emociones, lo que tiene un gran impacto en la dinámica del equipo.
• Crean un espacio para el diálogo abierto, especialmente cuando es necesario mantener conversaciones difíciles.

Crear una cultura psicológicamente segura no significa eliminar las emociones difíciles. Se trata de dar cabida a esas emociones, al tiempo que se equilibra la lógica y la empatía. Los líderes con un alto coeficiente emocional saben cómo manejar esa tensión; fomentan las conversaciones significativas en lugar de cerrarse o evitar las difíciles.

Cómo aprovechar la inteligencia emocional para la seguridad psicológica

Si eres un líder que quiere ayudar a crear seguridad psicológica en el trabajo, céntrate en la inteligencia emocional. Aquí te explicamos cómo empezar.

1. Conoce tu nivel emocional de referencia

Empieza por hacerte algunas preguntas. ¿Cuál es tu estado emocional habitual cuando no ocurre nada importante? ¿Sueles sentirte satisfecho, esperanzado, ansioso o indiferente? Conocer tu estado emocional habitual te ayuda a darte cuenta cuando estás desequilibrado, lo que puede ser el primer paso para gestionar tus emociones de forma más eficaz.

Puedes mejorar tu estado emocional básico dando prioridad al cuidado personal mediante un sueño adecuado, ejercicio regular y actividades significativas que te permitan recargar energías. Reflexiona sobre los momentos que te dan energía en el trabajo o en la vida y crea más momentos así. Cuando tu propia copa está llena, estás mejor preparado para apoyar a los demás.

2. Escuchar activamente

La escucha activa puede ser una palabra de moda, pero es fundamental para la inteligencia emocional. Demasiados líderes «escuchan para hablar», simplemente esperando su oportunidad para intervenir en la conversación. Incluso si intentas ofrecer consejos o empatizar, sigues centrando la conversación en ti mismo.

En su lugar, sigue las señales emocionales de la persona con la que estás hablando. Dale espacio para que procese sus pensamientos y solo ofrécele tu opinión cuando sea apropiado. Estás escuchando para mostrar interés, y ese interés marcará una gran diferencia a la hora de crear seguridad psicológica en el trabajo.

3. Presta atención a tus desencadenantes

Los líderes reflexivos permiten que los demás expresen sus emociones, especialmente cuando los miembros del equipo tienen dificultades. En estos momentos, los líderes emocionalmente inteligentes actúan como contenedores emocionales; están plenamente presentes y son empáticos sin sentirse abrumados ni alterados.

En conversaciones difíciles, haz una pausa y pregúntate:

• ¿Me estoy involucrando emocionalmente o me mantengo firme?
• ¿Puedo estar presente para sus emociones sin perder mi equilibrio?

Esta capacidad de autorregulación le permite mantener la calma, crear seguridad y proporcionar estabilidad a sus equipos, especialmente en momentos de tensión o incertidumbre.

4. Valida las emociones y no te apresures a resolver el problema.

Cuando los empleados comparten sus preocupaciones, a menudo no buscan soluciones inmediatas. Quieren sentirse escuchados y comprendidos. Cuando los líderes se apresuran a resolver los problemas, los empleados pueden sentirse ignorados o menospreciados. Utilice frases sencillas como:

• «Eso suena realmente difícil.»
• «Parece que te tomo de sorpresa y eso resulto frustrante.»
• «Entiendo lo mucho que valoras la colaboración y que te hayas sentido aislado al quedarte fuera.»

Validar la experiencia emocional puede desarmar a la persona. Cuando las personas se sienten vistas y escuchadas, son más receptivas a lo que usted quiere ofrecerles y están más abiertas a conversaciones constructivas.

5. Ayudar a replantear y co-regular

Un componente poderoso del coeficiente emocional (EQ) es la regulación social, es decir, la capacidad de influir en la claridad emocional de los demás mediante la gestión de las relaciones y la creación de redes. Se trata de establecer una buena relación y generar confianza.

Ser capaz de replantear un conflicto y ayudar a los demás a regular sus emociones lo hace más productivo. También puede ayudar a llegar a una resolución, de modo que los sentimientos intensos no perduren una vez resuelto el conflicto. Un líder con un alto coeficiente emocional ayudará a su equipo a ganar perspectiva fuera del calor del momento.

Crear seguridad psicológica es imprescindible para cualquier organización que quiera prosperar. Al centrarse en la inteligencia emocional, los líderes pueden cultivar entornos en los que los miembros del equipo se sientan empoderados para expresarse, asumir riesgos y aportar su mejor trabajo.

 

Jaime Faulkner Jaime cree que la autenticidad y la narración son las claves para un marketing exitoso. Como graduada de la Escuela de Comunicación Humana Hugh Downs, le encanta encontrar y conectar narrativas. Cuando no está trabajando, está psicoanalizando a los concursantes de The Bachelor, pintando, escuchando podcasts o jugando a juegos de rol de mesa.

 

Jaime Faulkner Jaime cree que la autenticidad y la narración son las claves para un marketing exitoso. Como graduada de la Escuela de Comunicación Humana Hugh Downs, le encanta encontrar y conectar narrativas. Cuando no está trabajando, está psicoanalizando a los concursantes de The Bachelor, pintando, escuchando podcasts o jugando a juegos de rol de mesa.

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